RESPONSABLIDAD DE LOS AUXLIARES CONTABLES
Los auxiliares contables que por lo general son estudiantes de contabilidad o de contaduría, pueden tener algunas responsabilidades relacionadas con las actividades que desarrollan.
Si bien es cierto que las responsabilidad relacionada con la contabilidad recae sobre el contador público, revisor fiscal y representante legal quienes los que firman los estados financieros e informes con destino a las diferentes entidades estatales de control, en algunos casos los auxiliares de contabilidad que colaboraron en la preparación y elaboración de los libros e informes, deban asumir alguna responsabilidad por sus actuaciones.
Cuando una auxiliar contable actúa incorrectamente y además lo hace con dolo, le puede acarrear una responsabilidad penal o civil, puesto que si su actuación ilegal dolosa causa perjuicios a terceros, es apenas natural que deba responder por ello.
De otra parte, si el auxiliar contable en el ejercicios de sus funciones comete faltas consideradas graves a la ética profesional, se le podrá dar aplicación al artículo 7 de la ley 145 de 1960 que aún sigue vigente, según el cual no podrá ser inscrito como contador público la persona que a juicio de la junta central de contadores, haya cometido falta grave contra la ética profesional, sanción que sin duda puede ser la más grave por cuanto le imposibilita ser Contador público algún día.
Así las cosas, si bien el auxiliar contable no es el responsable directo por las obligaciones relacionadas con la contabilidad, el cometer actos ilegales, anti éticos o inmorales relacionados con las actividades propias de la contabilidad, sí le puede acarrear una serie de responsabilidades que deberá asumir.
En consecuencia, siempre que se desarrolle una actividad contable, debe tratarse de ceñirse a los principio de contabilidad generalmente aceptados y demás normas que regulan la actividad contable, sin importar si se es o no contador público.
Ahora que si el auxiliar contable es un contador público, la responsabilidad podría ser mayor por la connotación que debe tener la titularidad de una tarjeta profesional.
Los auxiliares contables que por lo general son estudiantes de contabilidad o de contaduría, pueden tener algunas responsabilidades relacionadas con las actividades que desarrollan.
Si bien es cierto que las responsabilidad relacionada con la contabilidad recae sobre el contador público, revisor fiscal y representante legal quienes los que firman los estados financieros e informes con destino a las diferentes entidades estatales de control, en algunos casos los auxiliares de contabilidad que colaboraron en la preparación y elaboración de los libros e informes, deban asumir alguna responsabilidad por sus actuaciones.
Cuando una auxiliar contable actúa incorrectamente y además lo hace con dolo, le puede acarrear una responsabilidad penal o civil, puesto que si su actuación ilegal dolosa causa perjuicios a terceros, es apenas natural que deba responder por ello.
De otra parte, si el auxiliar contable en el ejercicios de sus funciones comete faltas consideradas graves a la ética profesional, se le podrá dar aplicación al artículo 7 de la ley 145 de 1960 que aún sigue vigente, según el cual no podrá ser inscrito como contador público la persona que a juicio de la junta central de contadores, haya cometido falta grave contra la ética profesional, sanción que sin duda puede ser la más grave por cuanto le imposibilita ser Contador público algún día.
Así las cosas, si bien el auxiliar contable no es el responsable directo por las obligaciones relacionadas con la contabilidad, el cometer actos ilegales, anti éticos o inmorales relacionados con las actividades propias de la contabilidad, sí le puede acarrear una serie de responsabilidades que deberá asumir.
En consecuencia, siempre que se desarrolle una actividad contable, debe tratarse de ceñirse a los principio de contabilidad generalmente aceptados y demás normas que regulan la actividad contable, sin importar si se es o no contador público.
Ahora que si el auxiliar contable es un contador público, la responsabilidad podría ser mayor por la connotación que debe tener la titularidad de una tarjeta profesional.
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